Extraños sucesos de sábado.
Nunca tuve en cuenta que vos te animarías,
hay un poco de escepticismo en mi imaginación.
Protegidas por el cambio,
por todo lo que justifica el tiempo y la muerte
que a pesar de su mezquindad
siguen siendo lo más sincero que podría pasar.
Me escribiste una carta
te nombro queriendo saber cosas sin importancia.
Queriendo oír las preguntas de tu voz
las respuestas no acuden al grito si éste no es dado.
En movimiento otra vez,
un golpe seco y se despierta lo que estaba muerto.
Nos desconocemos equitativamente, por supuesto.
Nos desconocemos entre dos puntos de vista
que arrancan
poco a poco
las hojas de los Plátanos sombríos de Palermo.
En la noche que dio comienzo a la primavera salí a buscarte,
no voy a decir nada, no voy a hacer nada,
solo voy a observar como un terremoto arrasa la ciudad,
como tus manos
como tu boca
destruyen
el poco prejuicio
que me queda.
como tu boca
destruyen
el poco prejuicio
que me queda.
1 comentario:
Hermoso.
Mejor sin prejuicios
que no quede nada
solo
esperanza
deseo
y tiempo.
abrazo
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