¿Soñaste alguna vez que vaciabas tus entrañas
¿La dureza o la espera?
La ciudad se sumerge
en cada rincón en cada esquina
en el tejido de la realidad diaria
un tejido de deseos guardados.
Flotando en el aire cálido y en la quietud de la noche,
Se teje una red, y no decimos nada.
Soy buena en el silencio, ¿sabías?
Soy un huésped sigiloso.
Ahora las palabras flotan también,
¿La ausencia de las palabras podría transformar este silencio
en un paisaje de deseo y anhelo contenido?
Cedamos nuestro lugar a quien soporte.
La trama es eterna:
entre suspiros y risas distantes.
un poema de mierda,
en la penumbra,
enredado.
Mudo.
En verano: intento y fracaso.
Intento alguna perspicacia
que me ilumine tus intenciones
y fracaso de manera especial,
alejándome del borde
donde la estrategia es empujarme.
En verano evitar el roce,
la mirada, el calor,
es zumo vital.
Pero sin querer,
la cuerda no afloja
y tira del pasado
y tira de ese cuerpo ajeno.
Las manos,
la boca,
la sonrisa
sobre todo
en complicidad con los ojos
me hechiza.
Otra vez,
intentando
alguna
perspicacia
que ilumine
(esta vez)
mis
intenciones.
Ya van casi tres estaciones lejos de casa.
Lejos, cada vez más lejos.
¿Ó es posible un sueño compartido,
sin precedente, sin futuro?
Lejos de casa y en otro barrio:
devuelta en partes,
que hacen retroceder o avanzar,
un acto en forma de obsequio.
Cierro y abro los ojos, la puerta.
No mucho, casi nada. No hay nadie.
Lejos de casa para siempre.
Y siempre es dudoso.
Reflexiones sobre la continuidad,
el encanto y la soledad.
Un recuerdo sin fecha
sin ejemplos.
Descubrir tu cabello en el silencio de la almohada
que se hunde en el pensamiento.
Pensamiento inmediato:
La indiferencia.
Correr de ahí.
A veces queda algo en el fondo
que hay que raspar.
Para dar ó para recibir.
Y no está mal
no son sobras.
Se está raspando lo que es
Se raspa la última parte del todo.
Pienso que puede ser interesante,
extinguirse en el fuego
ó resistir en el bosque embrujado que arde.
Mejorando mis aptitudes sociales,
creo.
Descubriendo ser la misma frente al espejo.
La misma que acaricia otro cuerpo distinto
cada vez.
Diferente, con un dedo compruebo la diferencia.
Y sé que soy otra en sueños desde antes
de menstruar por primera vez.
Intransigencia
Individualismo
Simulacro de la vida:
Todos los días una ambulancia
se abre paso al tráfico.
Entran y salen, entran y salen
entran y salen, entran y salen.
Mi curiosidad sigue intacta.
La inquisidora en el reflejo,
lamentablemente también.