10.9.23

Volver a ese rincón de la mente

 ¿Te acordas ese día de lluvia?
Ese día cuando después de tanto llover paró
y con cuidado salimos del armario
y el bosque había trascendido,
de puertas abiertas.
Caminamos sobre hojas secas
que luego harían tierra
Aspiramos la pureza húmeda
(aire afuera y adentro)
Nuestro pensamiento se acopló al viento
abrazándose al sonido del silencio.
¿Qué camino seguir?
una pregunta involuntaria
Te asustaste un poco,
mi mano disipó toda lógica
y seguimos en el silencio pactado
Ya no nos preocupa demasiado
Nos entregamos
Nos abrimos a los otros, somos parte:
hongos, insectos, reptiles, aves, mamíferos
Susurrando el dialecto de los árboles.
Estamos siendo más allá de lo cotidiano
aguardando desde la eternidad
Lluvia constante, permanente.
Y cuando desperté tus brazos
eran como una bufanda en mi cuello.

La memoria puede ser un tesoro,
puede ser la perdición.

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