Memoria
pensamientos y emociones
se funden.
Llegamos a desarmar las palabras para comprometernos con los hechos
y experimentar en el cambio físico y psíquico la pena;
como todos los demás,
pero que solo encontramos igual en nosotros.
Luego el quiebre,
olvidando todo lo que descubrimos
y así volver a caer en la misma tonta idea: las expectativas.
Al preguntar o al responder,
lo malo es lo que uno espera de dichas acciones
lo malo es lo que uno espera de dichas acciones
-Condenados a la condición-
La pregunta y la respuesta siempre deben ser por curiosidad,
de la mano, sin capricho.
de la mano, sin capricho.
Es eso, ¡las expectativas!, las maldigo tanto.
Pensemos que las cosas materiales son cosas que se diluyen
y que los sueños nos recuerdan que no se debe entregar calidez
a quien no se reconoce frente al espejo.
a quien no se reconoce frente al espejo.
cedamos el paso a lo más sutil que se puede hacer hoy:
Sentir sólo lo esencial
y dejarlo ir.
Intentar llegar al centro mismo del silencio,
redescubrirse en silencio.
Ser en/el silencio.
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