Y de vuelta al magnetismo.
Estoy buscando las palabras exactas. Los sentimientos los tengo todos expuestos en la mesa y es ridículo pensar en ustedes si soy yo. Voy a curiosear como un gato arriba de esa mesa y a lanzarlos uno a uno y a no desesperar. Fue el despertar. El encuentro. Mi encuentro con una mañana cargada de objetos en el aire y vueltas de página. ¿Cómo es posible? "Lo es porque ya está en movimiento" me dijo una persona que viene de otro lugar, y por eso escribo. Pequeños procesos. Pequeños pasos. No soy un espejo. Soy un prisma. Y giro entorno a todo y lo comprendo y lo encierro y no lo digo. Puedo esperar. Sí, puedo. Pero voy a salir corriendo como una loca. Porque es eso lo que soy también. Voy a correr y si decido parar será para saltar a un río o bailar sobre él. Y si me buscas voy a estar ahí, con la mano extendida, abierta a cualquier posibilidad y mierda que vamos a seguir corriendo como locos. ¿No te aburre lo que se espera de vos, por qué no llegó, por qué no escribió, por qué no brilló, por qué se apagó? Es absurdo: Somos nosotros mismos. Soy yo que voy a seguir dando sin recibir porque eso es lo de menos, porque eso aprendí de mis viejos. Soy yo que no tengo nada, pero te puedo escribir unas líneas, te puedo acompañar y escuchar cantar una canción por ejemplo. Soy yo que tengo la luna en Leo y voy a subirme arriba de ella y atravesarla. Porque estoy locamente enamorada de ver qué pasa. Agotemos la espera entonces, destruyámosla por completo.
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