Llueve y ya es parte de mi este incandescente mes que se va. Me reúno aquí contigo para dejar claro que el paso del tiempo es inesperado. Quisimos jugar y creo que hubiese llegado a ser una gran juego. Sin embargo te echaste atrás. No pudiste controlar tu mente. Te sentiste acorralado por la realidad aunque la niegues. Estas condicionado por lo que te dicen aunque lo niegues. Por favor, si no me crees, pues bien leé tus escritos. Te escondes en tu meticulosa rutina y yo abrí mis esperanzas a cualquier cosa que respire. Sos un niño mimado por tu propia mente que es tu ego. Tan inocentes que me conmueven. Fue nombrar nuestros encuentros esporádicos lo que me hizo cambiar mi paso, dejándote seguir en tu camino y yo seguir caminando en este otro lado. Entregada, y lo repito, a cualquier cosa que respire y que pueda acariciar.
¿Pero, qué digo? Soy una controvertida sin causa: llueve y haría el amor con vos todo el día.
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