Sous la nuit

Sentir.
Sentir que lo sientes.
Creer que puedes dominarlo.
No es fácil.
Quizás porque entonces realmente no lo sientes.

Historia bañada en un evidente verde esperanza que antagoniza con la enfermiza y artificial ilusión de poder controlar los sentimientos. Pero hay detalles que nos revelan que sólo es una máscara, y que como todas acabará cayendo, como la mirada de admiración de ella tras ver su primer retrato, que atraviesa sus defensas de indiferencia y desdén.
Great Expectations, una de mis películas favoritas, con su constante desamor, las excelentes actuaciones y un soundtrack que se complemente totalmente con las escenas. No me canso de verla y de llenarme de emociones con los diálogos e imágenes. y porque pese a ser cruel y hermosa al mísmo tiempo, es inevitable no captar el triunfo de los verdaderos sentimientos, por encima de la coraza que construimos.

- ¿Cómo es no sentir nada?
- Digamos que había una vez una niña. Una niña a la que desde que tuvo uso de razón le enseñaron a temer, le enseñaron a temer la luz del día, le enseñaron que era su peor enemiga, que le haría daño. Entonces un día de sol, le pediste que saliera a jugar, pero ella se negó. ¿no puedes enfadarte con ella, verdad?
- Yo conocí a esa niña y ví la luz en sus ojos y no importa lo que digas o hagas, eso es lo que aún veo.
- Somos lo que somos, las personas no cambian.