9.3.24

Precipitaciones aisladas

 En la espera de las buenas respuestas
lo evidente se esfuma.
¿Soñaste alguna vez que vaciabas tus entrañas
y a la mañana siguiente rellenabas los huecos?
Es inútil mentir:
desencanto de una lluvia fugaz
que finge un rato,
luego sale el sol
arruinándolo todo.
En la espera de una buena respuesta sucede lo extraño,
un ruido metálico.
¿El metal me entrega la dureza o la espera?
Es curioso, en el río, las piedras conversan civilizadamente,
emitiendo un sonido placentero y arrullador.
En la espera los deseos se entrelazan,
indudablemente.
Y en cada rincón de tu casa,
nosotros también.

¿La dureza o la espera?

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