2.7.12

Lo natural y lo otro

En un día de invierno, cuando los árboles ya estén desnudos de frío, levantá la vista y mirá las formas que nacen de las ramas y el cielo en contraposición con el sol; después, en la misma posición cerrá suavemente los ojos y presenciá las texturas que se deslizan por tus párpados. Y no olvides el movimiento, constante o pausado, siempre es cambio.

Descubrí que el romance es una espacio vacío que pocos saben llenar como el otro quiere y ese es el problema, proyectar la necesidad de uno en el otro, que como otro nunca va a encajar con uno que también es otro para el otro del que hablaba, y así como infinitos etcéteras que nunca acaban nos parecemos cada vez menos.

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