3.5.12

Ella, mi sangre.

Hoy siento que la distancia es inmensa y cada vez un poco más. Tan ridículo resulta todo, y es que en realidad estamos cerca, unidas por la sangre. Y la soledad me llena los ojos de lágrimas. Y no poder abrazarte, y no poder confiarte cualquier cosa y que me des un consejo, menos decirte (algún día, cualquier día) cuánto te quiero.
El rechazo es la única forma en la cuál nos relacionamos, nos destruimos.

Qué desgraciada soy por no comprenderte, por no hacerme entender. Por sentir estas cosas, por el egoísmo que me invade, por la hipocrecía de verte todos los días y callarme la boca, reprimir el desamor que me vacía el alma, que me ahoga, que me mata.

Sangre, mi propia sangre.
Vos, la única.
(necesito que me quieras)

2 comentarios:

Aldana Antoni dijo...

la soledad ♥ hermosas palabras.
imprimilo y daselo a tu madre
va a emocionarse tanto
sabes que si.

Zaira dijo...

no era para mi vieja igual

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