y aunque no lo puedo explicar, y la pregunta en sí no es para mi, sé que en el fondo tengo la respuesta,
sé qué haría: mi reacción, mi accionar. y (me) duele.
y cuando terminó todo este cuestionamiento pude dormir o despertar o seguir esperando el colectivo mientras intentaba no morir sofocada por el calor abrasador de esta semana de mierda.
Maldito verano, estás enloqueciendo la ciudad. Me quiero ir, quiero dejar de pensar en estas cosas.
(Ah, hoy también sentí mucho vértigo, tengo miedo de que me caiga algo en la cabeza)
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