Me hablaste de viejos amores, tus palabras estaban quebradas de principio a fin, yo sólo supe responder mezclando frases sin importancia.
Me hablaste de nuevos amores con palabras lejanas. Yo observé, esperando.
Me hablaste de la muerte y sus contradicciones y de mí finalmente se soltó una lágrima que rodó arrastrando recuerdos recientes.
El contacto de tus manos contenía suave aspereza y humedad.
Tus brazos retuvieron las convulsiones, restos de desconsuelo.
Ya no volviste a hablar, tus labios ahora eran ocupados por otros, los míos.
Ambos temblamos dibujando una sonrisa con nuestros cuerpos.
1 comentario:
estas cosas te pido, ni que me hables de amor eterno ni mariposas, simplemente de hechos reales que estamos viviendo,
construyendo, me encanta como escribis y como me decis las cosas por escrito porque se que te cuesta mucho hablar y sabes que no me cuesta esperarte. estoy feliz de que hayamos limado asperesas anoche, te quiero muchachita y todo se va a solucionar, solo es cuestion de tiempo y querer, yo por mi parte aunque estoy desconcertado 5 dias de la semana y te quiera matar, me sacas miles de sonrisas que valen la pena :)
mar.
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