algo que olvidé anoche, hoy y probablemente mañana

Es el momento que cruzamos esa frontera que separa la individualidad. Levantarse pensando que mejor seguir soñando, aunque sea ó sobre todo una irrealidad absoluta. Mejor exclamando nada más que lo que se quiera exclamar, agonizar, fingir. Anoche, como así también ésta noche, te soñé. De todas formas no creas importante, trascendental y sugerente esta circunstancia de la que hablo. Te nombro a vos por no decir todos esos nombres deseados como al pasar, como vos o yo. Sueños sobre extremidades, jadeos u obscenas exclamaciones provenientes (creo yo) del alma (la mía). Hoy ya no recuerdo el sueño en realidad, los sueños. Ni siquiera recuerdo si recordaba algo al despertar o si estaba soñando lisa y llanamente o simplemente estaba despierta recordando un sueño en el que recordaba el recuerdo de otro sueño más profundo que todos los sueños anteriores y posibles del mañana.