Sous la nuit

Cuestiones (semanales).
Me encuntro tan bien, pero ¿Qué voy a hacer conmigo misma? (me repito una y otra vez). ¿Qué van a ser de mis días si ya no cuento ni para tomar el té a escondidas?. Sufro de felicidad, peco de infidelidad. Ustedes Hablaban de ideas ajenas a mi y me tenía que hacer la estúpida para no quedar en evidencia. No quiero quedar en evidencia ante artefactos sentimentales que se desnudan y muestran su piel, así como si nada. Son esas hermosas caricias, perfectas, que me arrastran hacia la inminente calidez de cada movimiento circular. Yo quedo en el borde, a la expectativa de algo que no va a pasar. ¿sabés por qué?
Escuché sobre una canción, ella se refería a las caricias y me hacía creer que me podía llegar a morir. Mi rostro sonrojado, mis ojos brillantes como buhos y la boca en un rictus apasionado.
Con respectos a los labios, no los puedo dejar de amar, pero indudablemente no puedo, no puedo beber de ellos. No más. Duele, sé que duele (cuando la sangre roza la saliva). Me encantaría anestesiar dicho dolor, pero es algo que está tan lejos de lo posible. Ahora sólo permitir que suaves besos como nubes alcancen su máxima expresión.
Sonrío cuando lo pienso, dejo de sonreír y una cara de circunstancia al mismo tiempo aparece, como queriendo engañarme desmedidamente, engañar la innegable sonrisa que existe, que es. Y quiero algo más que todo eso o quiero algo más que eso mismo en sí o un poco más o lo que viene después de cada encuentro que es más y más hasta que termina siendo nada. Cenizas de lo que fué. Realmente no sé que quiero, pero lo quiero. Entonces decime qué hacer con mi cabello! estoy insoportable, en cualquiér caso voy a terminar por inventarme una excusa, cualquiér excusa. Voy a terminar por arrancarlos uno por uno de mi cabeza. No! ojalá que no llegue a ese extremo, realmente lo quiero ver crecer. Mientras tanto voy a seguir con la comisura esbozada, sugerente.. a la espera de lo que supuestamente estoy esperando.