Sous la nuit

No sé qué pasó con el deseo que sentí, no sé si me cansé, quizás me asusté. Tan difícil es conectar si no soy lo que esperás. No es cool, no quiero fingir. No hablemos, no quiero mentir. Estás borracho, ya sé. La escena es similar, diciendo cosas que me hacen mal. Esa ironía no me hace gracia.

Es peligroso jugar con lo que te aleja.

En realidad es como le dije a Aldana, yo ya te conozco, sé como sos y no me afecta para nada en estos momentos de mi vida escuchar una canción así, con la letra que no es lo que se dice romántica, y acordarme de vos, no con nostalgia sino con una sonrisa cómplice. Es que nuestra historia fue linda y fea. Linda porque me enamoré de vos. Fea porque me hiciste llorar como nadie. Y sí, realmente estuve enamorada de vos, y hace cinco días te lo escupí en la cara, mediante una extensa conversación que mantuvimos (ojo! una conversación en la cual no paramos de reírnos). "yo ya te amé, pero como ves la cuotita ya pasó" te dije, vos sólo me miraste con esa cara de pollo mojado "¿cómo que me amaste?" (cómo guardarte algún tipo de rencor cuando ponés esa cara) ¿No lo podías creer, no? Sí, seguro! ni que fuera una locura, inconcientemente creo que los dos sabíamos que estuve enamorada de vos. Fué inevitable, es gracioso como ahora no tengo pudor en decirlo así como si nada jajaja. Quizás quién te dice, es como vos decis, pudimos haber tenido algo re lindo juntos. Quizás hasta me podrías haber llegado a amar. Quizás.. quién sabe, será un gran misterio sin resolver.
Me divierte tanto encontrarte todavía (y te voy a seguir encontrando por supuesto) Cómo el sábado, que terminamos hablando de todo esto de lo cual estoy escribiendo ahora, medio con unas copas encima, más vos, que se te notaba por la forma de carraspear las palabras (te lo dije y te enojaste), pero enseguida retomaste la conversación, como siempre.
Nuestra loca charla de domingo a la mañana, a la salida de ese lugar en dónde nos conocimos y nos besamos por primera vez. Nuestra loca charla, donde me abrazabas y me preguntabas si te podía dar otra oportunidad y yo te decía que sí y me reía a la vez con esa risa que se me suelta cuando miento, pero qué más dá, te seguí el juego. Nuestra loca charla, con nuestros amigos y no tan amigos alrededor. Nuestra loca charla con nuestros amigos que nos conocen tanto. Nuestros amigos que nos dicen: "ustedes son Gonzalito y Zaira, ustedes tienen que estar juntos".
Y te quedaste en la parada del colectivo con tu cara de pollito mojado, borracho y gritandome: "a las 6 y media de la tarde en la estación de Haedo!"
Obviamente, ninguno de los dos terminó yendo a la cita. Obviamente, yo te quiero pese a todo y creo que vos a mi también.. pero hoy en día los dos sabemos que hasta ahí llega nuestro amor, obviamente!